miércoles, 23 de marzo de 2011

A veces me pregunto de donde viene este deseo de vivir la montagna, sentir la rocia con mis manos, la fatica de mis brazos en una cascada de hielo, el aire fresco que entra en mis polmone penetrante y doloros, el cansancio de las piena por llegar a una cima y la nieve todo un nuevo mundo que estoy descubriendo.
Sufro tantisimo no tener las alas para volar sola. Sufro saber que mi limite es no quierer vivirla da sola.

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